El diamante policristalino

Durante los últimos años los procesos de mecanizado han evolucionado notoriamente en aras de lograr cada vez mayor precisión y mejores rendimientos, pero sobre todo buscando una mejor relación de costo-beneficio sostenida en el tiempo. El mecanizado podemos definirlo como el conjunto de procesos tales como: corte, fresado y perforado, realizados a una pieza para darle forma y tamaño final deseado. Puntualmente en lo relacionado con el mecanizado de materiales derivados de la madera y otros compuestos se ha avanzado tanto en la calidad de los materiales como en los elementos involucrados en el proceso, es decir, en maquinaria y herramientas de corte.

En lo que a herramientas de corte se refiere, cada vez se busca que mejoren la productividad del proceso sin perjudicar el acabado de las superficies, pero el criterio para seleccionar la calidad y el material de la herramienta es un factor importante para lograr dichos objetivos, para ello es necesario tener un conocimiento básico de cada material de herramienta y su rendimiento a la hora de hacer la selección correcta; dichas consideraciones incluyen el material de la pieza a mecanizar el volumen o cantidad de piezas, las condiciones y/o tipo de máquina a utilizar y el nivel de calidad superficial requerido.

¿Qué materiales se emplean en la fabricación de herramientas de corte?

• Acero al carbono.
• Acero rápido (HSS)
• Carburo de tungsteno o metal duro.
• Diamante Policristalino (PCD)

Cada uno de estos materiales posee unas propiedades diferentes en cuanto a durabilidad y resistencia al desgaste (en orden de menor a mayor), siendo el Diamante policristalino uno de los mejores materiales para fabricar herramientas de corte utilizadas en el mecanizado de materiales como tableros aglomerados, plásticos, madera, fibra de vidrio, fibra de carbono, etc.

¿En qué consiste el Diamante Policristalino?

El Diamante policristalino o PCD (siglas en inglés) se fabrica mediante cristales de carbono sometidos a alta presión y temperatura con el fin de obtener propiedades excepcionales de dureza y resistencia a la abrasión en los filos de corte, lo que se traduce a una larga vida útil. Cuando se trata de producción a gran escala sin duda es la mejor alternativa, ya que se calcula una duración que puede ir desde 50 hasta 150 veces superior a las de cualquier otro material, de este modo se evitan cambios frecuentes de herramienta que interrumpen la producción, manteniendo la precisión y la calidad en los acabados durante mucho más tiempo. En otras palabras, podemos afirmar que ha sido un gran avance hacia la excelencia en cuanto a productividad y eficiencia.